La Ley Maria da Penha: un instrumento primordial para proteger los derechos de las mujeres brasileña

Sí, agredir a una mujer, ya sea física o psicológicamente es un delito y una violación de sus derechos, sin embargo, día tras día miles de víctimas se suman a los datos estadísticos en nuestro país. Estamos sujetos a los deberes y derechos, sin distinción de sexo, raza, condición social o económica, pero hablar de los derechos de la mujer en Brasil sigue siendo difícil, especialmente en lo relativo a la violencia en sus múltiples interfaces. Muchas mujeres todavía no son conscientes de sus derechos, y muchas tampoco del significado de la violencia. La violencia es la "acción o efecto del uso de la fuerza física o intimidación contra la moral por medio de un acto violento ". En relación a lo que les sucede a las mujeres brasileñas, es la dificil distinción, por grande parte de ellas, de diferenciar la fina línea que separa la violencia en el lugar de trabajo o en las calles, con la que se practica en el hogar. Es aquí donde sus compañeros son capaces de infligir daño, no sólo física sino también emocionalmente, dejando una marca indeleble en sus vidas. Campañas de promoción para la comprensión de lo que es la violencia contra las mujeres, en particular la que ocurre en sus hogares, han sido realizadas en este país. Han sido emitidas en horario de máxima audiencia en la televisión. La mayoria de las campañas hablan de las muchas excusas por parte de las victimas delante de sus familiares en medio de la vergüenza, humillación y desesperación, en el que empiezan a vivir como los rehenes del miedo, el dolor y con una sensación de impotencia. A la vista de los tratados de derechos humanos suscritos por Brasil, que hacen la defensa al respeto a la vida, a la dignidad, a la integridad física y moral, lo que hemos visto es la falta de respeto a las mujeres en sus múltiples formas, es el entorno del trabajo o en sus hogares. La intimidación de los casos, el acoso sexual y el acoso en las calles, ya no es tabú en el país y ahora podemos hablar sin ponernos en la posición de culpables, sino de víctimas. Nuestra cultura es machista. Sin embargo, si somos en gran medida independientes, tenemos la audacia profesional y estamos comprometidas con la mejora del país, tenemos la otra cara de la moneda. Hay mujeres que incluso sufren acoso, amenazas, violencia, tanto física como moral, están aisladas del mundo y llevan una vida de miedo, en la desesperación de su angustia. La campaña de protección de los derechos de las mujeres llevará una luz de esperanza a estas mujeres. Uno de los instrumentos más importantes para la protección de los derechos de la mujer en nuestro país es la Ley "Maria da Penha". Esta ley lleva el nombre de la biofarmacéutica Maria da Penha Maia Fernandes, víctima dos veces de intento de asesinato por su marido y ganó notoriedad al presentar su caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (Organización de Estados Americanos). La Ley Maria da Penha es considerada un avance, ya que reconoce como crimen intrafamiliar a la violencia doméstica, tipifica las situaciones violentas que determinan la aplicación de la pena de prisión al delincuente y orden de remisión de las víctimas y sus familias a los servicios de protección y bienestar. ¿Qué dice la ley? • Tipifica y define la violência doméstica y familiar contra la mujer. • Establece las formas de violencia doméstica contra las mujeres como física, psicológica, sexual, patrimonial y moral. • Determina que es una violencia doméstica contra las mujeres, independientemente de su orientación sexual. • Determina que la mujer sólo puede renunciar a la demanda ante el juez. • El pago de multas o pensión de alimentos están proibidos. • Cambia el Código de Procedimiento Penal para que el juez no decrete la libertad condicional cuando haya riesgos para la integridad física o psicológica de la mujer. • Cambia la ley de ejecuciones penales para permitir que el juez determine la asistencia obligatoria a los programas de rehabilitación de delincuentes y de reeducación. • Si la violencia doméstica se comete contra las mujeres con discapacidad, la pena se aumentará en una tercera parte.
Contratiempos. Hay Muchos. Uno de ellos es el alcance de la ley, en los rincones más alejados del país, así como su implementación y estructuración. No todas las ciudades están listas para recibir a las víctimas y remitirlos a los servicios sociales, que también es precaria. En los hospitales, hay personas que no están preparadas para atender a las víctimas, y por esta razón, muchas mujeres se sienten aún más violentadas. Los hogares de acogimiento no aportan un gran número de víctimas, sino que también ha sido una característica importante cuando la justicia es lenta en decidir el futuro de las victimas.